Hablamos con Miguel García, antiguo alumno del curso y cocreador de la serie más vista de Netflix México
Control Z ha sido un éxito fulgurante. Apenas a una semana de su estreno, la serie se convirtió en el contenido más visto de la plataforma Netflix México. En el ámbito internacional, se ha mantenido entre los contenidos más vistos en más de sesenta países, incluido España. Detrás de este drama juvenil de secretos y mentiras está la mano de Miguel García, uno de sus creadores y antiguo alumno del Máster de guion. Hablamos con él para que nos cuente todos los detalles del proyecto, que ya ha confirmado segunda temporada.
En primer lugar, ¿de dónde surge el proyecto? ¿Qué os inspiró? ¿Referencias?
La serie la creamos entre Adriana Pelusi, Carlos Quintanilla y yo, tres escritores que llevábamos un tiempo colaborando juntos en Lemon Studios, una de las productoras más importantes de México. Todo surgió de una necesidad por parte de Netflix de hacer un teen-mystery mexicano. Nosotros manejábamos varias ideas, de las cuales acabamos presentando dos: por un lado, un hacker en una escuela que empieza a ventilar los secretos más oscuros de los alumnos y, por otro, el de una Sherlok Holmes juvenil que resuelve los casos de su compañeros de clase. A Netflix les gustó tanto ambas que nos pidió mezclarlas. A día de hoy, creo que fue un acierto.
¿Cuánto tiempo se demoró el desarrollo y venta?
El tiempo desde la concepción de la idea, que se vendió en pocas semanas, hasta el inicio de las filmaciones fue aproximadamente de un año. El desarrollo y escritura en torno a ocho meses.
¿Habéis tenido que incorporar muchos cambios sobre la idea original?
Creo que lo normal en una serie de estas características: hay que adaptarse al cliente, a la producción, a distintas circunstancias que van apareciendo por el camino… Nosotros estuvimos abiertos a los cambios siempre que no traicionaran el tono del concepto original. El resultado final mantiene la esencia y el espíritu de nuestra idea.
A la hora de trabajar en un país diferente al tuyo, ¿cuáles han sido las mayores dificultades que te has encontrado?
Según mi experiencia personal, México es un país profundamente acogedor con los españoles, aunque evidentemente lleva un tiempo adaptarse. Al principio pensaba que lo más difícil sería aprender a escribir como mexicano, pero con el tiempo descubres que lo más complicado y valioso consiste en entender su cultura, sus gustos, de qué se ríen, qué temen… Algo así como aprender a pensar como mexicano.
El máster para mí fue una experiencia muy enriquecedora, un verdadero “detonante” para mi carrera profesional
¿Esperabas que fuera a ser un éxito de este calibre?
No. Teníamos la esperanza de que le fuera muy bien en México, pero de ninguna manera podíamos esperar ser un éxito internacional y tener tan buen feedback por parte de la audiencia. En su primer mes, llegó a 20,5 millones de hogares en todo el mundo y estuvo en el top 10 de 64 países incluidos Brasil, España, Francia, Turquía, India y Estados Unidos. Esto demuestra el interés por parte del público de ver historias lejos de los ámbitos a los que estamos acostumbrados.
¿Crees que este precedente podrá abrirte más posibilidades futuras? ¿Algún proyecto nuevo entre manos?
Ojalá. Por el momento me conformo con que me dé la posibilidad de trabajar en contenidos que me gusten y poder seguir vendiendo mis ideas. Ahora estoy centrado en continuar con la serie.
Terminaste el máster hace algunos años. ¿Cuál ha sido tu trayectoria desde entonces? ¿Consideras que te ha servido la formación?
Inicialmente trabajé como guionista en España para Televisa Internacional, desarrollando y escribiendo series de ficción. Luego me trasladé a México, he firmado varias películas hasta llegar a Lemon Studios, donde terminé desarrollando Control Z. El máster para mí fue una experiencia muy enriquecedora, un verdadero “detonante” para mi carrera profesional.
Imagino que no puedes adelantar información sobre nuevas temporadas. ¿Verdad?
Jaja, cierto… Solo voy a decir que la segunda temporada va a estar más intensa que la primera.