Antiguos alumnos del Máster de Guion en el equipo de guionistas de ‘4 Estrellas’

La nueva serie de Televisión Española cuenta con varios estudiantes de distintas promociones del Máster de Guion. Entrevistamos a tres de ellos.

Se estrena 4 Estrellas, nueva apuesta diaria de Televisión Española para el access prime-time. Se trata de una serie producida por The Good Mood bajo la batuta de Daniel Écija —Médico de Familia, 7vidas, Un paso adelante, Los Serrano, etc. etc.—. Tenemos la suerte de contar en su equipo de guionistas con una nutrida representación de antiguos alumnos, alumnas —y profesores— del Máster de Guion, como Aitor Santos, David Muñoz, Bea Esos, Maite Pérez o Beatriz Arias. Entrevistamos a tres de ellos para que nos cuenten de primera mano el proceso de creación de esta nueva serie.

AITOR SANTOS, COORDINADOR DE DIÁLOGOS DE 4 ESTRELLAS

Bea Esos y Aitor Santos durante una reunión del equipo de guionistas de '4 Estrellas'
Bea Esos y Aitor Santos durante una reunión del equipo de guionistas de ‘4 Estrellas’

La escritura de una serie diaria implica un encaje de múltiples personajes a lo largo de decenas de episodios, con un conjunto de sets establecido y una coordinación que abarca a múltiples profesionales. ¿Cuál es tu rol dentro del proceso de producción de la serie?

Como coordinador de diálogos mi prioridad es gestionar al equipo de dialoguistas y ser el responsable final de cada uno de los guiones que entregamos, por lo que una gran parte de mi tiempo me lo paso poniendo un especial ojo en que las tramas funcionen como deben hacerlo, que los personajes mantengan su integridad y que se respete en todo momento el tono de la serie. Además de eso, colaboro con el equipo de escaleta sacando las tramas que desarrollamos cada semana y soy una de las personas encargadas de desarrollar las biblias argumentales que escribimos para cada trimestre. Por supuesto, en cada una de estas fases están involucrados mis compañeros de coordinación, Ángel Turlán y Tirso Conde, producción ejecutiva, el coordinador general de la serie y, cómo no, Daniel Écija.

Tener el calendario pisándote los talones te obliga a no sufrir la parálisis por análisis y a estar generando ideas nuevas en cada momento

Daniel Écija es uno de los productores con mayor trayectoria en la industria española, sin embargo no tiene en su haber muchas series de corte diario. ¿Cómo ha sido la planificación del proceso y el enfoque en comparación con los otros títulos que lleva The Good Mood?

No puedo comparar cómo es nuestro método de trabajo con respecto al de otras producciones de The Good Mood porque este es el primer proyecto en el que trabajo con ellos. Lo que sí que te puedo decir es que una parte importante del equipo de guion de la serie venimos de trabajar en series diarias, y desde la productora se nos ha permitido trasladar parte de nuestro modo de trabajar a esta producción. De todas formas, cada proyecto es un mundo, y nosotros también hemos tenido que saber adaptarnos a las necesidades particulares que tiene nuestra serie.

En el departamento de guion, ¿con qué margen de tiempo trabajáis con respecto al rodaje? ¿Lo consideras un margen muy ajustado?

¡Siempre es un margen muy ajustado! Y más en una serie diaria, donde siempre tienes la sensación de estar luchando contra el tiempo. Y, aunque suene muy dramático, en realidad, como todo, también eso tiene su parte buena: es cierto que en muchas ocasiones te gustaría tener algo más de tiempo para pulir aún más esa trama o ese diálogo, pero el tener el calendario pisándote los talones te obliga a no sufrir la parálisis por análisis y a estar generando ideas nuevas en cada momento, que es algo que yo, al menos, disfruto mucho.

En cuanto a la diferencia que existe de semanas con respecto a la emisión, es variable, y más cuando se aborda una primera temporada, donde siempre hay muchos cambios. Además, el margen se va reduciendo conforme avanza la temporada. Tampoco es la métrica más interesante porque, al final, para que la serie salga adelante el equipo de guion tiene que entregar cada semana un bloque —es decir, cinco capítulos—. Para ello escaleta y diálogo trabajan en paralelo: esta semana se dialoga lo que se escaletó la semana pasada y, mientras, escaletamos lo que se dialogará la siguiente. Al final, el equipo de escaleta y diálogo tienen que entregar un bloque completo y revisado al finalizar la semana. Por supuesto, el trabajo no se detiene ahí, y seguimos haciendo versiones conforme se va acercando la grabación, que se hacen en paralelo al trabajo del resto del equipo. Aquí me gustaría poner en valor el alucinante trabajo que hacen Bea Arias y Raquel Martín, guionista de plató y auxiliar de guion, que se encargan de esta segunda parte del proceso y que son una parte esencial del equipo.

¿Qué crees que más va a valorar el público de la serie 4 Estrellas? ¿Cuál es, en tu opinión, su punto fuerte?

¡Me encantaría tener la respuesta acertada! Personalmente, espero que les resulte atractiva la apuesta que estamos haciendo por una serie diaria con un empaque de serie de prime time, tanto en sus valores de producción, como en las tramas que estamos intentando plantear. Queremos sorprender, divertir y emocionar en cada episodio y estamos trabajando muy duro para conseguirlo.

Yo ya había tenido a David como profesor en el máster y había gozado todas sus clases como un enano

Hablando de tu trayectoria, después de tu paso por el Máster de Guion has trabajado en distintos proyectos en televisión, tanto en el ámbito de la ficción como de los programas de entretenimiento, pero además también has trabajado en el ámbito del diseño de videojuegos. ¿Cuáles son los nexos de unión entre ambos mundos?

Uy, esta pregunta da para una entrevista entera. Voy a intentar responderla sin dar mucho la chapa —aviso: voy a fracasar—.

Puede que sea por mi formación, pero creo que el acto de jugar es una experiencia narrativa. Y no me refiero a eso de «los videojuegos parecen pelis». Es cierto que a día de hoy hay producciones con cinemáticas alucinantes y con una narrativa impuesta de antemano al jugador que emociona, y divierte, y te hace reflexionar. Todo eso es maravilloso. Pero olvidémoslo por un segundo y cojamos un juego abstracto sin personajes y sin ningún elemento de historia. Fijémonos, por ejemplo, en el Tetris. En cualquier partida tendremos un claro conflicto —esas piezas que no dejan de caer—, una serie de puntos de giro —el cubo que aparece en el peor momento, o esa pieza que colocas a medio centímetro de donde debería estar y sabes que te va a fastidiar durante el resto de la partida— y un clímax final —las piezas se han amontonado, estás en un punto de vida o muerte y, como si fueras Luke Skywalker a punto de cargarte la estrella de la muerte, esperas poder encajar una pieza en un hueco imposible y hacerlo explotar todo—.

Existen muchos más puntos de unión —la creación de universos, los personajes, la existencia de un público que inevitablemente va a hacer suya la obra…— pero creo que reconocer ese acto narrativo inherente al juego es el primer paso para comprender lo mucho que pueden estar unidas ambas industrias.

Aitor Santos (fila inferior, centro) junto a sus compañeros de la promoción 2007-2008 del Máster de Guion. Imagen de archivo.
Aitor Santos (fila inferior, centro) junto a sus compañeros de la promoción 2007-2008 del Máster de Guion. Imagen de archivo.

También recibiste el DAMA AYUDA el año pasado para escribir el proyecto de largometraje Sangre de tu sangre. ¿Cómo valoras la iniciativa de DAMA y cuál ha sido tu experiencia personal durante su tutorización?

Pues yo estoy encantado con la experiencia, la verdad. En mi caso fue un soplo de aire que me permitió recargar las pilas y creer un poquito más en mis ideas. Y eso que mandé el proyecto sin ningún tipo de expectativa ni esperanza: mi hijo iba a nacer en unos meses y era mi manera de ponerme una fecha de entrega que me obligase a escribir una idea que llevaba tiempo pensando, que me dijesen que era una mierda, y olvidarme de todo antes de que mi vida se pusiera patas arriba. Era un buen plan pero se fue al carajo cuando seleccionaron el proyecto. Así que me pasé un año escribiendo una película de vampiros mientras aprendía a dar biberones y trabajaba en una serie diaria.

Por suerte, David Muñoz fue mi tutor y me puso siempre las cosas muy fáciles. Yo ya había tenido a David como profesor en el máster y había gozado todas sus clases como un enano. Es más, no se lo he dicho nunca, pero cuando doy clase en la universidad mi método es intentar copiar lo que él hacía en el máster. Al final, gracias a David he tenido dos de los momentos en los que más he aprendido y disfrutado escribiendo —en el máster, donde todo era nuevo para mí, y ahora en DAMA AYUDA—, y estoy bastante seguro de que si no hubiera sido por que hace quince años me dijo que tirara para adelante con la locura de idea de guion que le propuse desarrollar en el máster hoy no estaría trabajando como guionista.

Y ya a nivel del «morbo» interno: ¿cómo se siente uno cuando llega a la posición de ser quien da el visto bueno al trabajo de quien fue tu profesor, el veterano David Muñoz?

Pues, como te puedes imaginar, para mi es una ilusión y un honor a partes iguales el poder trabajar con él. Además de ser todo un profesional, David es un gran compañero que siempre está a favor y poder contar con él en el equipo es un lujazo que le debemos a él y a Borja Glez. Santaolalla, que fue quien le propuso que se viniera. Hemos tenido muchísima suerte, porque tenemos un equipo de guion que es como para ponerlos en una estatua en el centro de mi pueblo, y me alegra mucho que David sea parte de él.

El guionista David Muñoz en el Máster de GUion
El guionista David Muñoz durante una de las clases de su taller de escritura de largometrajes en el Máster de Guion. Imagen de archivo.

BEA ESOS, DIALOGUISTA DE 4 ESTRELLAS

Bea, eres guionista de la serie, ¿qué implicación tienes con el resto de eslabones de la cadena?

Me incorporé al equipo de 4 Estrellas como dialoguista. Mi rol es, básicamente, traducir a diálogos las escaletas. Cada dialoguista escribe un guion a la semana, más o menos. Así que el viernes a mí me envían la escaleta del episodio que me han asignado, junto con las escaletas de mis compañeros, y yo el siguiente viernes tengo que tener terminado el guion. Así que el fin de semana lo dedico a enterarme qué va a pasar en la serie esa semana y el lunes me siento a escribir escena a escena mi capítulo.

La suerte es que mis compañeros escaletistas hacen un trabajo increíble y los documentos que envían están súper currados y completos, cosa que facilita muchísimo mi trabajo.

En mi caso, el contacto más directo es con los coordinadores y también con mis compañeros de diálogo. Tenemos que ir todos a una con la escritura y si surge, por ejemplo, un personaje nuevo es importante que todos sepamos exactamente cómo habla, cómo se expresa, si tiene un tic, ¡o si no sabe pronunciar la erre!

Somos un equipo muy grande —más de 15 guionistas si sumamos dialoguistas, escaletistas, coordinadores y guionistas de plató— y la verdad es que es una suerte y un alivio estar tan bien rodeada. No solo son todos gente súper talentosa, ¡sino que encima son majos y majas!

Desconozco si ahora hay más o menos oportunidades que antes, la cuestión es que si trabajas, te esfuerzas —e invitas a la persona adecuada al teatro— al final las cosas llegan

Tienes una amplia trayectoria en el trabajo de guionista, pero sobre todo en programas de entretenimiento —Comedy Central News, Dani & Flo, Supervivientes, Ese programa del que usted me habla, Todo es mentira, La Noche D…— ¿Cómo ha sido para ti el salto a una serie de ficción y además de corte diario?

Ha sido un sueño. Suena a tópico, lo sé, pero es así. Es algo que desde que salí del Máster siempre he perseguido. A mí me gustaba —y me gusta, creo— la comedia y la vida me llevó por el camino del entretenimiento. Pero por algún motivo, aunque sepas escribir comedia en un programa no parece suficiente para convencer a la gente de que también puedes escribir una serie de comedia.

Además, es curioso, me dijeron que iba a entrar a trabajar aquí una semana antes de ser madre y prefiero no voy a decir qué me ha hecho más ilusión…

¿Qué crees que valorará más el público de 4 Estrellas? ¿Cuál dirías que es su punto fuerte?

Que no hay nada igual en televisión. ¡Otro tópico! Pero es cierto. Ahora mismo no creo que haya un contenido igual ni en la tele en abierto, ni en ninguna plataforma. Además, 4 Estrellas es una serie muy nuestra. Muy española. Muy costumbrista. Pero no es una comedia pura; es emotiva y tiene mucha verdad.

Ver y escuchar a tanta gente del mundo del cine y de la televisión pasar por el Máster en tan poco tiempo a mí me abrió completamente la mente.

Terminaste el Máster hace ya algunos años. ¿Qué cambios has notado en la industria televisiva y en las oportunidades que tienen ahora los estudiantes noveles?

Está claro que el panorama ha cambiado. Ahora existe Twitch, Tik Tok, creadores de contenido y las series se escriben entre 2 ó 3 personas solamente. No hay un camino único. Cada uno debe buscar su manera de entrar. Su puerta. Porque nunca sabes cuándo, ni cómo va a llegar tu oportunidad. A mí me llegó gracias a una obra de teatro que hice con cuatro amigos y que no vio nadie —salvo la persona que la tenía que ver—. Desconozco si ahora hay más o menos oportunidades que antes, la cuestión es que si trabajas, te esfuerzas —e invitas a la persona adecuada al teatro— al final las cosas llegan.

¿Guardas algún recuerdo de tu paso por el Máster? ¿Qué taller o sesión consideras que te ha servido más en tu trayectoria y en tu trabajo actual?

Recuerdo el Máster como uno de los más intensos de mi vida, en el sentido más amplio de la palabra. Mucho trabajo, mucho compañerismo y muchas experiencias nuevas. Ver y escuchar a tanta gente del mundo del cine y de la televisión pasar por el Máster en tan poco tiempo a mí me abrió completamente la mente. De alguna manera me hizo pensar “eh, mira, que sí se puede. Ese, al menos, puede”. Me creí de verdad que podía dedicarme a esto del guion. Y bendita credulidad. De hecho, a día de hoy todavía recuerdo una frase de Pedro Sangro refiriéndose al tema “también es difícil ser astronauta, pero hay astronautas”.

Bea Esos junto a varias compañeras durante una clase del Máster de Guion. Curso 2012-2013.

Sí tengo que decir una cosa, y es que recuerdo con cierto pavor el hecho de haber visto a tan pocas mujeres guionistas pasar por ahí. Y, ojo, sí vinieron mujeres en otros roles. Como productoras, analistas… Pero no guionistas. Y me preocupaba pensar “¿qué pasa, este es un mundo más de hombres?” Es cierto que en ese sentido sí se ha notado que han pasado 10 años desde que estudié el Máster, aunque todavía queda mucho por hacer.

¿Y lo que más me ha servido del Máster? Todo. El creer que merecía la pena intentarlo, entender cómo funciona la industria desde lo más pequeño hasta lo más amplio, aprender a trabajar con alguien con quien no te entiendes y con alguien que sí… Y, desde luego, el taller de cine David Muñoz para mí fue revelador. Por muchos motivos, pero el más evidente es porque David es un crack y un profesor alucinante.

¿Qué consejo le darías a los actuales estudiantes del Máster?

Repito lo que he dicho dos preguntas más arriba, para mí la clave es no dejar de escribir, de trabajar y de intentarlo. ¡Ah, y haz contactos! A mí se me da fatal hacer la pelota a la gente y eso que llaman networking… Pero júntate con gente que haga cosas. Escribe cosas con gente que quiera escribir cosas. Y ve a cosas de gente que hace cosas. Es la única manera de estar conectada con personas que tiene las mismas inquietudes que tú. Y ya sabes, estamos en España, igual si tú no triunfas y tu amigo sí… ¡Es broma!

BEATRIZ ARIAS, GUIONISTA DE PLATÓ DE 4 ESTRELLAS

La escritura de una serie diaria implica un encaje de múltiples personajes a lo largo de decenas de episodios, con un conjunto de sets establecido y una coordinación que abarca a múltiples profesionales. ¿Cuál es tu rol dentro del proceso de escritura y producción de la serie? ¿En qué consiste tu día a día? ¿Qué implicación tienes con el resto de eslabones de la cadena?

Mi trabajo como guionista de plató es impredecible, porque ningún día se parece al anterior, pero se podría resumir en que soy la persona encargada de hacer la versión de todos los guiones con los cambios de la cadena y de los productores ejecutivos, y después me reúno con el director del bloque correspondiente —nos organizamos por bloques de cinco capítulos, debido al gran número de episodios— y acordamos los últimos cambios para preparar una última versión definitiva que esté lista para rodar.

Beatriz Arias 4 Estrellas
Beatriz Airas en el plató de ‘4 Estrellas’

Eso sí, siempre hay sorpresas de última hora cuando pasamos a rodaje. Si un actor se pone enfermo, si llueve cuando hay que rodar un exterior, si el director decide que una secuencia no funciona y toca reescribirla, si tenemos que eliminar personajes para que las tres unidades estén compensadas… es trabajo del guionista de plató. Apagar todos los fuegos.

Por suerte, para esta tarea cuento también con Raquel Martín (guionista que, por cierto, estudió en la Facultad de Comunicación de la UPSA) pero no es lo habitual.

Tu trayectoria te ha llevado por series de otro tipo como SKAM, además de programas de entretenimiento como MasterChef y otros proyectos ¿Cómo ha sido para ti el salto a una serie de ficción y además de corte diario?

A lo mejor suena kamikaze, pero yo me moría de ganas por entrar en una serie diaria. Creo que es la mili de todos los que nos dedicamos al guion, y que con mucho menos tiempo y recursos que una semanal tienes que conseguir escribir un producto de calidad. Por supuesto, el estrés está garantizado, pero en esta serie hay un equipo de guion estupendo que te cuida y te apoya cuando te sientes sobrepasada.

Guardo muchos recuerdos, especialmente las sesiones de David Bermejo —donde el aula del máster se transforma precisamente en una sala de guion

¿Qué crees que valorará más el público de 4 Estrellas? ¿Cuál dirías que es su punto fuerte?

Es una diaria con una factura mucho más parecida a un semanal de lo que suele ser habitual. Está ambientada en la actualidad, tiene mucha comedia, una trama horizontal de thriller… y esperamos hacer compañía al espectador que en la franja del access prime-time busca una ficción y solo encuentra programas.

Terminaste el Máster hace ya algunos años. ¿Qué cambios has notado en la industria televisiva y en las oportunidades que tienen ahora los estudiantes noveles?

Me sorprende para bien la cantidad de laboratorios de guion y de convocatorias de pitch que están abiertas a todos los guionistas, tengan o no experiencia. Es una forma de conocer a productoras y cadenas que, cuando yo estudiaba, resultaba imposible. No te imaginabas poder hablar con un directivo de Netflix sin tener una productora respaldándote.

Beatriz Arias durante una de sus clases en el Máster de Guion.
Beatriz Arias durante una de sus clases en el Máster de Guion.

Eso sí, lo que creo que se ha perdido es la sala de guionistas que se convertía en escuela. Ahora las series tienen temporadas muy cortas y suelen escribirse entre dos o tres guionistas, por lo que es más complicado acceder y aprender en el mejor sitio posible, que es una sala de guion. Esa es otra ventaja de las series diarias: son las únicas que siguen manteniendo equipos de guion tan numerosos por pura logística.

¿Guardas algún recuerdo de tu paso por el Máster? ¿Qué taller o sesión consideras que te ha servido más en tu trayectoria y en tu trabajo actual?

Guardo muchos recuerdos, especialmente las sesiones de David Bermejo —donde el aula del máster se transforma precisamente en una sala de guion— y el taller de diálogos de Pablo Remón.

Fuiste una de las seleccionadas en el programa IsLABenturaen 2021 con un proyecto de largometraje. ¿Sigue en marcha? ¿Cómo valoras este tipo de iniciativas y programas de ayudas?

El largometraje que escribí en esa edición de IsLABentura La Palma actualmente está opcionado por Boomerang TV, en busca de cadena o plataforma. Me tutorizó la guionista Isa Sánchez y fue una experiencia increíble. Tanto que cuando se transformó en IsLABentura Canarias, con el apoyo del Gobierno de Canarias y abierta a todas las islas, volví a presentarme.

No se suele tener suerte dos veces, pero yo la tuve… y ahora mismo te contesto desde Tenerife, investigando y localizando mi proyecto de serie. Me parece uno de los mejores laboratorios de guion de España, el cariño y el entusiasmo del equipo lo convierte en lo más parecido a un campamento de guionistas.

¿Qué consejo le darías a los actuales estudiantes del Máster?

Que no tengan miedo de compartir sus historias e ideas con sus compañeros. Que no los vean como rivales. Porque si todo va bien, probablemente un día se conviertan en colegas de profesión.

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